domingo, 25 de diciembre de 2011

Planean crear medios acuáticos para que los anfibios riojanos se reproduzcan

Autor:Ana Lumbreras
Logroño, 25 dic (EFE).- La Consejería de Medio Ambiente ha elaborado un plan de conservación de los anfibios de La Rioja, con una ejecución entre 2011 y 2016 y un presupuesto de 297.000 euros, que contempla el acondicionamiento o creación de medios acuáticos en los que puedan reproducirse, criar y completar su ciclo vital.


Este plan, que está en fase de exposición pública, pretende poner en valor los anfibios, que son unos animales bioindicadores del estado de salud del territorio, así como sus hábitats, ha explicado a EFE el director general de Medio Natural, Miguel Urbiola.

Entre los objetivos del plan figuran restaurar los diferentes tipos de hábitats acuáticos que constituyen medios fundamentales para la supervivencia de los anfibios en La Rioja y la creación de nuevos y pequeños espacios acuáticos para el desarrollo de la biodiversidad riojana en general y de estos animales en particular.

Fomentar la cultura del manejo adecuado a los requerimientos naturales y compatible con los usos ganaderos y agrícolas de las charcas y balsas e incrementar el intercambio de información entre los investigadores y los administradores sobre la ecología y la conservación de los anfibios y las charcas son otras de las propuestas del plan.

Urbiola ha detallado que, en las dos últimas décadas, las poblaciones y especies de anfibios han sufrido un rápido y constante descenso, lo que les ha llevado a convertirse en los vertebrados más amenazados del planeta.

En La Rioja hay diez especies de anfibios: dos tritones y ocho especies, entre ranas y sapos, que representan algo más de una tercera parte de la fauna anfibia peninsular, formada por 29 especies, según el director general, quien ha insistido en estos animales son bioindicadores del cambio climático.

El plan actuará, de forma principal, sobre las especies contempladas en la Directiva de Hábitats: el tritón jaspeado, el sapo partero común, el sapillo pintojo ibérico, el sapo de espuelas, el sapo corredor y la ranita de San Antonio.

La razón de su "delicada" situación está en su peculiar forma de vida, entre el medio terrestre y el acuático, que les hace especialmente vulnerables a todo tipo de alteraciones medioambientales, ha subrayado Urbiola.

Ha dicho que este plan también permitirá elaborar un inventario para conocer el número de grupos de anfibios que hay en La Rioja, cifra que ahora no se sabe con exactitud; y otro sobre los pequeños puntos de agua de interés para la vida de estos animales y la biodiversidad general, que servirá de herramienta de planificación básica para el resto de actuaciones.

La Consejería, con este plan, desea favorecer la conservación y mejora de las poblaciones de anfibios, donde se enmarca algunas de las actuaciones desarrolladas en los últimos años para la creación o mejora de charcas y humedales, con el fin de proteger a los anfibios y al resto de especies de flora y fauna que dependen de ellas.

Se aprovecharán las charcas, los estanques y las pequeñas zonas húmedas de la región que pueden ser de gran importancia para el mantenimiento de la biodiversidad.

Urbiola ha defendido el desarrollo de medidas que permitan concienciar a los riojanos sobre la importancia de las charcas y pequeñas masas de agua para muchas especies de fauna y flora amenazada.

La Consejería, ha aseverado, favorece la conservación y mejora de las poblaciones de anfibios con actuaciones como el acondicionamiento o creación de medios acuáticos en los que puedan reproducirse, criar y completar su ciclo vital.

Sus datos indican que en La Rioja hay unas 400 charcas de pequeña superficie y profundidad, la mayoría de ellas son balsas de riego y abrevaderos particulares que se han construido en las últimas décadas para el manejo del agua, la agricultura de regadío y las actividades ganaderas y que suponen enclaves potenciales de cría de batracios. EFE.

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