jueves, 27 de septiembre de 2012


El clima calienta la crisis

La falta de acción ante el cambio climático causa 780.000 millones en pérdidas

Un informe señala a España como uno de los países más dañados por la sequía


Calentamiento global y crisis económica, con su modelo de desarrollo basado en los combustibles fósiles, no son fenómenos independientes. Y si ya de por sí cada uno tiene unos efectos económicos y en vidas humanas alarmante, la combinación de sus consecuencias es aún más devastadora: un billón de dólares (780.000 millones de euros) en pérdidas ya en 2010, con cinco millones de muertes, según el Monitor de vulnerabilidad climática que la Fundación Dara ha presentado en Nueva York, aprovechando la Asamblea General de la ONU. Y la inactividad (o la reducida voluntad para actuar, al menos) indica que estos desastres van a aumentar: 817.000 vidas más y un 3% del PIB mundial en 2030 se perderán por lo que llaman, para sintetizar ambos aspectos, crisis climática, según el documento, encargado por un grupo de 20 de los países —como Bangladesh, Ghana o Vietnam— más perjudicados por el calentamiento. España no es de los promotores del documento, pero aparece como uno de los lugares más afectados por la sequía.

“Los datos son los mayores que se han dado hasta ahora, pero eso es porque somos los primeros en estudiar ambos fenómenos a la vez”, ha explicado a EL PAÍS Matthew MacKinnon, autor principal del trabajo, desde Nueva York. “Caliente y contaminado son dos caras de la misma moneda. Nosotros combinamos los estudios económicos con los últimos datos sobre cambio climático, y nos centramos en algunas áreas muy concretas”, expone.


La subida del nivel del mar causará problemas a 250 millones de personas

El trabajo mide el efecto en dólares y vidas (directa o indirectamente afectadas) de 34 indicadores, desde las inundaciones y corrimientos de tierra por la variación de las condiciones climáticas (3.500 vidas y 73.359 millones de euros de pérdidas en 2030) hasta los problemas de salud por la contaminación debida al uso de combustibles derivados del carbono (petróleo, carbón y gas), con 2,1 millones de muertes.

Entre los indicadores nuevos, MacKinnon destaca la medición del “cambio de productividad”. “Con más calor y más días calurosos, las personas que trabajan al aire libre o en entornos que no tienen la temperatura regulada —y son muchos— van a producir menos”. “También va a haber un cambio hacia modelos de economía más industrializados”. “En cambio, las cifras de mortalidad son solo un 20% superiores a las que da la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque se deben, sobre todo, a la contaminación”, añade.


La economía de EE UU verá frenado en un 2% su PIB; la de India, un 5%

El informe, en el que se implicaron también investigaciones de campo en África y Asia, fue revisado por más de 50 científicos, economistas y expertos en políticas públicas de primer nivel, incluidos exjefes de Gobierno. Entre ellos están los españoles Teresa Ribera, exsecretaria de Estado para el Clima, y Javier Solana, ministro con Felipe González y ex alto representante para la Política Exterior de la UE.

En su doble vertiente, el estudio mide el impacto actual y la previsión a corto plazo. “Las pérdidas para los países más pobres son ya enormes”, expone. A los países más pobres (algunos de los más vulnerables tanto por su ubicación —ecuatoriales o tropicales, islas amenazadas por la subida del nivel de los océanos— como por su falta de recursos para poner medidas y su necesidad de un desarrollo a corto plazo, aunque ello suponga no tomar medidas preventivas ya), estos factores ya les cuestan el 7% de su PIB, dice el trabajo. Y llegará “a un 11% del PIB de promedio en el año 2030”.


No se salvan ni grandes ni pequeños

Casi nadie escapa a los efectos combinados de calentamiento y contaminación, si es que se puede establecer una barrera. Pero el informe Monitor de vulnerabilidad climática destaca el impacto en tres gigantes: China, India y Estados Unidos. Curiosamente, tres países que se han negado hasta ahora a imponer límites a sus emisiones.

China, camino de convertirse en la primera economía del planeta (ya es la que más gases de efecto invernadero emite), es de las que sale peor parada. Si no se hace nada para reducir la contaminación arriesga un 4,5% de su PIB, igual que Rusia. India llega al 11%, según el informe. Por ejemplo, China sería, económicamente, el más afectado por el cambio climático, seguida de India, México, Indonesia y Tailandia. También lo es en la lista de perjudicados por la contaminación, seguida de EE UU, Brasil, India e Indonesia. Y lidera la de países con más víctimas mortales por esta causa, por delante de India, Pakistán, Indonesia y Nigeria. Únicamente no figura en la lista de muertes por calentamiento, que encabeza India.

Pero no son solo los grandes los perjudicados. El informe se ha hecho a instancias de una veintena de países (Afganistán, Bangladesh, Bután, Costa Rica, Etiopía, Ghana, Kenia, Kiribati, Madagascar, Maldivas, Nepal, Filipinas, Ruanda, Santa Lucía, Tanzania, Timor Oriental, Tuvalu, Vanuatu y Vietnam). Ellos mismos se definen como algunos de los más afectados por la inactividad para frenar el impacto combinado de crisis y calentamiento. Por ejemplo, destacan varios Estados insulares del Pacífico y el Índico, que pueden, simplemente, desaparecer.

Pero no es solo una cuestión de ricos y pobres. El tamaño tampoco es una garantía. En términos absolutos, parece lo contrario. China, India y Estados Unidos, por ejemplo, salen señalados como lugares especialmente problemáticos en muchos de los apartados. “Las principales economías mundiales se ven igualmente afectadas: en menos de 20 años, China soportará la mayor parte de las pérdidas, con más de 920.000 millones de euros; la economía de Estados Unidos verá su crecimiento frenado en un 2% del PIB; por su parte, el frenazo de India superará el 5% de su PIB”, afirma el trabajo. En conjunto, 250 millones de personas tendrán problemas por la subida del nivel del mar; 30 millones por el clima extremo, sobre todo las inundaciones; 25 millones por la fusión del permafrost, que dejará suelos inestables y enfangados; y 5 millones por la desertificación.

En el estudio pormenorizado de cada apartado, España aparece citada una vez: es el quinto país que más va a perder por culpa de la sequía. “Aunque el peso de la agricultura es solo del 3% frente al 30% que puede tener en países menos desarrollados, está en una zona, la del Sur de Europa, muy vulnerable”, añade MacKinnon. En concreto, el estudio afirma que las pérdidas por esta causa pueden ser de unos 154 millones de euros a 500 millones de euros en 2030.

Este panorama afecta a todos, en general, de una manera negativa. Hay alguna excepción, como Egipto, Bahréin, Jordania, Luxemburgo, Malta y Suiza, que son los únicos para los que se predice un impacto global bajo para el conjunto de los factores; Para España se vaticina un impacto entre bajo, por el clima, y medio, por la contaminación.

La solución es invertir en políticas de renovación energética y asumir reducciones de las emisiones. “Las pérdidas económicas hacen pequeños los costes de afrontar el cambio climático: la reducción de emisiones contraería el crecimiento del PIB en apenas un 0,5% durante la próxima década; por su parte, la ayuda requerida por los países más vulnerables rondaría los 116.000 millones de euros por año”, indica el trabajo.

“El Monitor muestra cómo la falta de acción ya ha causado daños sin precedentes a la economía mundial y amenaza la vida humana en todo el mundo. Con la inversión necesaria para resolver el cambio climático ya muy por debajo de los costes estimados de la inacción, no hay duda que esta es la ruta que vale la pena recorrer”, ha dicho José María Figueres, expresidente de Costa Rica y uno de los miembros del patronato de Dara.

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