martes, 30 de octubre de 2012


Meteorología cobrará por millones de datos hasta ahora públicos

Críticas de científicos y meteorólogos por el retroceso en la transparencia

La Agencia alega que incumplía una norma de 2006 al dar acceso abierto


La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) cobrará por millones de datos que hasta ahora tenía en abierto en su web, aunque dejará aún predicciones y otros servicios útiles gratis. La decisión, que debía comenzar ayer pero que se retrasa hasta el 20 de noviembre, ha generado críticas entre científicos, meteorólogos, empresas y aficionados, ya que tendrán que pagar incluso por datos históricos conseguidos con dinero público. La agencia, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente y que sufre un fuerte recorte presupuestario, alega que una orden ministerial de 2006 le obliga a cobrar y que la situación hasta ahora era irregular.

En noviembre de 2010, con el Gobierno del PSOE, la Aemet presentó su nueva política de datos. Señalaba entonces que “la política de liberalización creciente de los datos meteorológicos también ha sido recomendada por la Declaración de Oslo, suscrita en 2009 por 25 Servicios Meteorológicos europeos”, entre los que estaba la Aemet.

El entonces director, Ricardo García Herrera, procedente de la Universidad Complutense de Madrid, quiso publicar datos que a veces tenían poco uso. Esto incluía datos horarios de radiación solar, información diaria de ozono, imágenes de radar, modelos numéricos, registros históricos (que en alguna estaciones llegan a 1920), datos de ozono total, sondeos semanales de ozono... Son millones de datos en bruto que a quien no sea experto no le dirán nada, pero han demostrado tener un público entre empresas, universidades, meteorólogos y aficionados.

Javier Martín-Vide, catedrático de Geografía de la Universidad de Barcelona, explica que esa apertura fue “una aspiración histórica de la universidad”. “Antes podíamos conseguir datos pero pidiéndolos y mediante un procedimiento administrativo complejo. Al ponerlos en Internet, estudiantes e investigadores los podían usar sin dar explicaciones”, señala por teléfono. El FTP llegó a las 190.000 descargas diarias, según anunció la Aemet hace un año.

Sin embargo, Aemet ha decidido que esos “productos deberán ajustarse al régimen de precios establecidos”. Fernando Belda, director de Producción e Infraestructuras de Aemet, justifica la medida en un informe de la Intervención General del Estado de julio pasado que señaló que la agencia incumplía la orden ministerial de 2006 precios públicos. Fuentes del anterior Ejecutivo niegan que el citado texto obligue a cobrar por los datos en bruto, sino que solo afecta a productos elaborados. Dichas fuentes señalan que la Organización Meteorológica Mundial ha pedido publicar la información sin elaborar para facilitar la investigación.

Esta norma, que no ha impedido abrir las tripas de Aemet, fija un amplío listado de precios por servicios. Una imagen de satélite de archivo, por ejemplo, cuesta 8,23 euros; los datos descodificados de una estación meteorológica, 0,019 euros, y el balance hídrico nacional, 3,48 euros.

Jaima Ribalaygua, director técnico de Meteogrid, una empresa que ofrece servicios meteorológicos, como herramientas contra incendios forestales, explica que hay multitud de empresas —desde firmas de seguros a eólicas— que usan esos datos. Ribalaygua considera que la medida “es un paso atrás que va a dificultar la investigación y el valor añadido de algunos productos”.

Manuel de Castro, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Castilla-La Mancha, también es crítico: “Resulta indignante e inaceptable que unos datos que posee un organismo oficial no estén disponibles para la sociedad, que los ha costeado con sus impuestos. Y en algunos casos, además, a precio de oro”. Martín-Vide coincide en que es un retroceso.

La Universidad tendrá descuentos, pero los profesores dudan de la utilidad, ya que tendrán que tramitar la solicitud de datos. “Supone un tramite administrativo que retrasa la disponibilidad, lo cual invalida en ciertos casos la propia utilidad de los datos. La diligencia con que se obtendrían los datos estará ahora sujeta al albedrío de la Aemet, lo que presenta una elevada incertidumbre, según experiencia del pasado”, señala De Castro, en un correo, donde resalta que la atención de las peticiones y el cobro supondrá más gasto que lo que se pueda recaudar.

Aemet ha sufrido dos años de recortes y para 2013 prevé recaudar por tasas un 60% más que en 2012 (de 16,6 millones a 26,6). Belda insiste en que la medida no pretende recaudar, sino “regularizar la situación”. Añade que el nuevo sistema permitirá reconocer a los que utilizan la información y así mejorar los productos que ofrecen. Aemet obtiene ingresos del Presupuesto público pero tiende a buscar “financiación del servicio que presta”. Belda añade que si la Ley de Transparencia dicta lo contrario volverán a cambiar la política de acceso.

Jacob Petrus, responsable de Meteorología de Telemadrid, señala que el cambio no afectará a las previsiones, pero sí a otras informaciones: “En junio hubo una noche muy calurosa en Madrid y dimos por la mañana que había sido la más cálida desde 1920 porque miré los datos de la estación del Retiro en el FTP de la Aemet. Si no llega a estar abierto no lo habríamos sabido inmediatamente”.

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